Hay películas en las que la ambientación, el set, es
impresionante, perfecto, una obra de arte. Pongo esta fotografía que me parece insuperable. Sea dicho de paso, no he visto Sin novedad en el frente, pertenece a ella.
Esta otra fotografía también es un set insuperable. Es
una imagen fascinante de un patio interno romano. Ahora bien, puestos a buscar
pequeños defectos, se observa que el candelabro vertical tiene demasiadas
lámparas encendidas para ese lugar y momento. Se podía justificar ese gasto
para una cena importante, pero no para iluminar la salida que da al impluvium,
menos adecuado resulta allí en ese sitio.
El impluvium estaba iluminado por la luz de la luna y
de las estrellas. En una noche cerrada, si venían invitados, se podía poner un
candil en un nicho en cada lado del patio. Pero sin invitados, lo normal era
moverse con el candil en la mano en el caso de una noche muy cerrada.
Si os fijaís con atención, hay dos puntos ocultos de iluminación indirecta. La fotografía queda mejor, pero allí hay bombillas led. Junto a uno de esos puntos hay un bello jarrón. Colocar un jarrón en un espacio de paso como era el impluvium, solían ser del tamaño del de la foto, es pedir a gritos que el jarrón acabe cayendo al suelo.
Otro mínimo detalle. Esa pared (la de las luces indirectas) tiene una decoración al fresco no correcta para el estilo decorativo de esa época. La de la estancia más a la derecha es perfecta. Pero no tiene sentido pintar girnaldas en la parte de arriba para dejar liso y con un color neutro el resto de la pared. Lo normal, al menos, hubiera sido compartimentar la superficie en rectángulos de colores intensos. Pero no colocar un detalle pictórico superior, dejando el resto con una tonalidad neutra.
Tampoco tiene sentido el ornamento que colocan en el
pedestal de la estatua. Es algo que no se encuentra así en ningún pedestal de
ningún museo. Sí que hay decoraciones en el centro de los pedestales, pero
nunca de ese modo. En la mentalidad clásica, un elemento ornamental de ese tipo se consideraría que
entraría en conflicto visual con la estatua.
Además, sale agua. El problema de un pedestal con
fuente es que las cañerías se obstruyen. Cualquier obstrucción requeriría
romper la lápida de mármol para acceder a ella.
Tampoco es normal un pedestal de mármol y menos de mármol
con la calidad de Carrara. De nuevo se consideraría que sobre un pedestal de
mármol, la estatua de encima resaltaría menos. Las lápidas de mármol se
reservaban para fines más nobles, no como meros pedestales. No estoy diciendo
que no hubiera ningún pedestal de mármol en todo el imperio, pero no era la costumbre.
No hay que olvidar que incluso la estatua superior tendría policromía.
Hago notar que el diseño geométrico del fondo del
estanque es moderno. Nunca un romano hubiera dispuesto así los cuadrados. Además,
me he fijado en la textura, en las búsqueda de intersticios, y no, no es un
mosaico, se nota que las piezas son de mármol. De nuevo no se coloca mármol en
el fondo del depósito del impluvium: muy caro para un agua que siempre estaba
turbia; mucho más con nenúfares. Además, esas flores no sobreviven en un agua cristalina,
necesitan nutrientes. En esa agua han puesto unos juncos en una esquina.
¿Dejaron un trozo de tierra sin mármol? ¿Y el agua sigue cristalina? No es
posible, además habría filtraciones y justo debajo de la casa. Juncos allí,
indudablemente, no.
Observemos que sobre los maceteros crecen grandes
adelfas. Los romanos sabían muy bien que sus hojas son muy venenosas por simple
contacto. Teníamos adelfas en una finca de Barbastro. Se pueden tener en macetas,
pero con muy buen drenaje. Y ese macetero no es precisamente el que mejor
facilita poner y sacar recipientes de debajo; posible es, pero de nuevo ni el
tipo de vegetación ni el macetero parecen adecuados.
Pero, ojo, ese set romano me parece un ejercicio de maestría ante el que me inclino. Uno de los mejores sets clásicos que he visto en mi vida.