lunes, julio 31, 2023

Domingo gozoso

 

Ayer me vinieron a ver nueve jóvenes brasileños camino de la JMJ. Compartí comida con ellos y tuvimos misa en un convento. Me lo pasé muy bien el tiempo que estuve charlando en la mesa. Además, qué bondad transmitían, qué fervor puro en unos jóvenes totalmente entregados al seguimiento de Cristo. Me insuflaron fuerza, de verdad que fueron como una brisa de mar en una cálida mañana de verano.

Sea dicho de paso, cuando caminamos veinte minutos bajo el sol del mediodía hasta el VIPS más cercano, aquello fue para ellos como la travesía del desierto. Hay países tropicales donde nunca hace frío, pero tampoco tienen las temperaturas extremas de nuestro julio.

Pero cuando entraron en el inmenso centro comercial con aire acondicionado, sus caras fueron como las de los israelitas cuando penetraron en la Tierra de Canaán.