Ayer me acosté con frío,
a pesar de la temperatura que tenemos en este momento de julio. Me dormí
de forma instantánea, profundamente. Me he levantado con un grado de fiebre y ese
grado se mantiene. No tengo ganas de nada, ni de sentarme en el sillón y ver la
televisión. Ahora están emitiendo Doctor
Zivago. Me espera una jornada dormitando en el sillón, alternándolo con
algunos pasos por el piso; para volver, cansado, al sillón.