Queridos amigos. He
pasado dos días con dos grados de temperatura. Todo el día intranquilo, con
algo de cefalea; sin ganas de comer nada, por poco que sea. Lo único que tenía
ganas era de dormir. Me he pasado todos estos días durmiendo en la cama, o
medio dormido en el sillón. Pero no estaba bien ni para ver la televisión.
En algún momento he
llegado a tener casi tres grados de fiebre. Ahora mismo, por primera vez en
estos dos días, solo tengo un grado de fiebre y he tenido fuerzas para escribir
eso. Seguid rezando por mí. Mañana, al levantarme, veré si ya estoy un poco mejor.