En el hospital, a una
buena señora ucraniana, que no sabe ni una palabra de español, se me ocurrió un
modo de manifestarle el cariño del capellán: mostrarle una selección de bonitos
iconos en mi tablet. Al final, son tan bonitos que también se los he enseñado a
otro ortodoxo de otra habitación.
♣ ♣ ♣
En mi hospital la comida
es realmente de calidad. No tiene nada que envidiar al menú de cualquier
restaurante. Siempre miro con auténtica curiosidad que hay en la bandeja cuando
quitan la tapa que la cubre para que no se enfríe. En plan de broma, antes de
que retiren la tapa, les dijo que “hoy es el día de la langosta” o también que
“creo que en el almuerzo hay percebes de primero”.
Otra cosa excelente son
las vistas de las que disfrutan todas las habitaciones situadas en la cara sur
del inmenso edificio. Todas esas ventanas dan a un paisaje de montañas y
vegetación.
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Hoy he tenido un
agradable almuerzo, inesperado, con unos amigos. Durante mis cenas, estoy
viendo El Padrino II. Solo la he
visto una vez, las películas sobre la mafia no son las que más me gustan. Ya
acabé de ver la maravillosa comedia Quemar
después de leer. Para cenar me gusta mucho el pan con tomate, que (por ser
su ingrediente principal el pan) no es lo mejor para perder peso. Qué pena, con
lo rápido que es de preparar, lo sano que es y lo que me gusta.
