domingo, junio 05, 2022

Ayer no hubo post

 

Ayer tuve una visita justo después del almuerzo que se quedó hasta la hora de la cena. A cenar fui a un cóctel que ofreció un amigo de la infancia que cumplía 50 años.

Una fiesta amenizada por cantantes de ópera con Alina, una ucraniana al piano. En cuanto fue presentada y se nos dijo su nacionalidad, todos aplaudieron con verdadero afecto que le emocionó.

Las bandejas fueron pasando: croquetas, trocitos de pimiento para untar en humus, minihamburguesas, etc. Menos mal que no había tarta. Que empalagosas me resultan esas tartas que son mero bizcocho y nata. Había dos personas de Barbastro. Llegué a mi casa algo después de la medianoche y con muchísimo sueño. Resultado: que no me acordaba que no había escrito el post.

Gracias a Dios, siempre me duermo muy rápido. Normalmente antes de un minuto tras acostarme. Pero cuando tengo sueño, no podría contar ni cinco. Es meterme en la cama y solo darme tiempo a darme media vuelta.

Por alguna razón extraña, al cabo del año, siempre tengo tres o cuatro noches de insomnio. Varias causas ya las descubrí hace años. Descubrí que varios alimentos, a partir de cierta cantidad, hacen que me desvele. El calor del verano también es una causa de muchos insomnios, además de esas tres o cuatro noches.

Ningún vídeo de mi canal como el último sobre Putin ha tenido una acción tan patente de las granjas de troles rusas. Granjas que, como todo el mundo sabe, están en Venezuela. Para habla española están en Venezuela y tal vez algunas en Cuba.

Lo que más gracia me hace son los clásicos:

Hasta ahora he seguido este blog (o este canal), pero a partir de hoy (cuando uno dice algo sobre Putin) ya no voy a volver.

Por supuesto que vuelven, vaya que si vuelven. Al día siguiente ocupa su lugar en la trinchera otro desconocido, con otro nombre de usuario, pero con igual retórica. Algunos hay que no cambian de nombre y llevan despidiéndose catorce veces.

Otro clásico es que entonces otro usuario (otro trol) le pone la mano en el hombro y le dice con una lagrimita en el ojo: Yo te comprendo, hermano. Me pasa igual que a ti.

Después hay otro tipo de troles que optan por comenzar con estas palabras: Con todo respeto… yo le respeto mucho a usted… y así. Después se despachan a gusto como lo que son, contratados por el régimen.

Hace años, cuando empezaron, era demasiado fácil detectarlos. No importaba de qué tratara el post, siempre empezaban con estas palabras: Pero con tantos problemas como hay en España, ¿cómo critica lo de fuera? Y ponían algún tema de actualidad que desviara los comentarios siguientes hacia otros asuntos. El problema es que usaban mucho el corta y pega, y veías esos comentarios repetidos, palabra por palabra, en varios blogs.

Pero ya detectaron que eso era demasiado fácil de descubrir y hace años que no lo hacen.

Llevo años leyendo comentarios de mis lectores y os aseguro que infinidad de comentaristas de mi último vídeo sobre Putin son comentaristas pagados.