lunes, junio 20, 2022

Hoy he escrito lo que se me ha ocurrido

 

Seguro que algunos querríais que dijera algo sobre el nuevo presidente electo de Colombia, pues algunas personas están muy atemorizadas ante su perfil. Pero nada sé de él. Así que nada puedo comentar. Claro que si comentara algo de él sería en su relación con la religión o la moral. Aunque hable mucho de Hitler o Mussolini, mi criterio es restrictivo. Cuanto menos hable de ciertos temas, mejor. Del presidente de España creo que no he hablado ni una sola vez.

De Bukele sí que hablé. Ahora el bitcoin vale un 70% menos de lo que valía hace no tanto. Eso es un desastre para El Salvador. Un desastre previsible en el que él embarcó a millones de ciudadanos. Allá él, ya se lo advirtió el Fondo Monetario Internacional. Pero él iba a ser más listo que ellos. Ahora la deuda la pagará el pueblo sencillo.

El dato que dio Alfonso lo desconocía. En cualquier caso, fue una excepción. La vida religiosa no se vio alterada en esas tierras bajo ese gobierno nacionalista. Fue un verdadero regalo de Dios que se les ahorrara el baño de sangre que otros lugares sí que padecieron.

Hago notar que si hablamos de estas cosas es gracias a la Ley de Memoria Histórica, una verdadera infamia para la democracia. Que el Estado nos obligue a qué se puede decir y qué no se puede decir en materia histórica es una vergüenza.

Todos sabéis que siempre he defendido la democracia como el mejor sistema de gobierno. Pero defenderé la libertad para que si alguien piensa que es la monarquía absolutista o la dictadura o la aristocracia, pueda decirlo, defenderlo y publicarlo.

Aunque no lo llamemos así, ya tenemos un ministerio de la verdad en España que se ocupa de la historia, de la verdad acerca de si una mujer ha sido maltratada (se ocupa por vía legislativa), de la verdad acerca de la ideología de género, y de la verdad acerca del feminismo. El gobierno ha avanzado en su invasión de la sociedad a través de las leyes que los jueces se ven obligados a cumplir. Y a través de la presión social. Hacer determinados comentarios implica perder el puesto de funcionario, sin juicio alguno, por vía administrativa. Sí, hay un ministerio de la Verdad, aunque lo llamemos de otra manera.

Lo de los mártires de Nigeria, la opresión que sufren los católicos de Pakistán, la desigualdad legal de los cristianos de la India frente a sus conciudadanos. El futuro (que es nuestro presente) ha evolucionado de un modo que, desde luego, no ha sido el modo en que pensábamos los que veíamos el estreno de Star Wars o Galáctica.

Pudimos haber tomado otras decisiones. El mundo ahora podría ser de otra manera. A mis 53 años no dejo de pensar el mundo que les dejaremos a los que ahora tienen diez años. Nosotros teníamos tanta esperanza en el futuro, tanto optimismo. No es mera poesía vacía lo que voy a decir: Me duele que, en tantos países, millones de jóvenes de veintitantos años vivan con menos ilusión que la que tuvo nuestra generación.