Ayer recibí este correo:
Padre Fortea, espero se encuentre muy bien.
Mi nombre es (…), tengo algunos años con la
intención de ingresar a un monasterio de clausura. Desde niño me he imaginado
en un lugar tan apacible entre montañas y alejado de todo el ruido y
distracciones mundanas. También de pequeño escuche una ocasión a unos
familiares hablar de monjes que vivían muy lejos de todo y todos y dedicaban su
vida a rezar todo el tiempo para “sostener La Paz del mundo”.
Me quedo grabado
ese comentario porque se me hacía una gran devoción dedicar su vida a rezar
todo el tiempo… como niño que era, no cabía en mi cabeza que hubiera quienes
solo hicieran eso… sin hacer algo más… lo pensé muy extremo y así quedó en mi
cabeza.
La soledad me llena de paz, desde siempre y hasta
el día de hoy, con 50 años de edad … mi convicción es permanecer en soltería.
A mis 45 años leí del monasterio de (…), que invitaban a una experiencia monástica, solo que estaba pasado en la edad… aún así les escribí y me invitaron a visitarlos. Lo lamentable es que vivo en (…), y en ese entonces no se dieron las condiciones para poder desplazarme y vivir esa gran oportunidad que me daban.
Padre, usted cree que aún tenga la oportunidad de poder dedicar mi vida al monasterio ? He tenido la intención de volver a escribirles a los monjes de (…), pero me siento apenado pidiendo nuevamente algo que ya me habían ofrecido y no tomé.
Me gustaría escuchar su opinión y orientación… si
aún pudiera intentarlo y sobre todo por mi edad… o si existiera algún
monasterio al que pudiera ingresar y dedicar mi vida a Dios.
Le contesté dándole mi
opinión favorable, pero advirtiéndole del hecho de que los monasterios suelen
ser muy estrictos a la hora de aceptar postulantes que superen los 45 años de
edad.
A lo largo de los años me
he encontrado con un cierto número de personas que querrían acabar su vida en
un monasterio, pero por razón de la edad ya no podían ser admitidos.
Esto me ha llevado a
pensar cuál podría ser la solución, que es la que sugiero abajo.
♣ ♣ ♣
Hay que animar a los
monasterios a estar abiertos a recibir a cuantas más personas mejor. Es muy
bonito ver un monasterio lleno de vida, con
un coro repleto de personas alabando a Dios.
Hay que potenciar la figura
del oblato. Paso a explicar las características prácticas con las que yo
potenciaría esta figura. Hablo de lo práctico, no del contenido espiritual.
Un oblato sería alguien
que puede salir del monasterio cuando lo
desee.
Dentro del monasterio
vive en todos los aspectos como un monje.
Fuera del monasterio vive como un laico normal.
El oblato puede tener su trabajo o estar jubilado.
Todo el tiempo que no esté trabajando, puede vivir dentro del monasterio: sea partes del día o sea durante sus vacaciones laborales: verano, fines de semana. Un monasterio
benedictino urbano facilitará que los oblatos tengan su puesto de trabajo
cerca.
Los oblatos vestirán una túnica amplia con capucha, sin escapulario ni
cinturón. Pero solo dentro del perímetro del terreno del monasterio. Fuera vestirán
como cualquier laico. Los monjes ponen sus manos sobre el cinturón, bajo el
escapulario. Los oblatos las pondrán sobre su cinturón por las aberturas de su
túnica.
Los oblatos colaborarán
con parte de su sueldo o de su jubilación a
los gastos de la casa. Pero esta colaboración será siempre libre, sin tener que
dar un porcentaje. La autoridad del monasterio puede establecer una cantidad
mínima de colaboración si se ve conveniente, que no tiene por qué ser igual para
todos los oblatos.
Lo mismo que el oblato
puede abandonar el monasterio cuando desee, así el monasterio puede pedirle que vuelva a vivir en el mundo o, incluso, que no
entre en la clausura.
Mientras esté dentro del
monasterio la obediencia debe ser perfecta. Uno entra en la clausura para vivir como un monje.
El monasterio admitirá como
oblatos a las personas por ancianas o enfermas que estén. Pero se dejará claro que si la
vejez o enfermedad de la persona supusiera una carga excesiva para la comunidad
se le invitará a buscar una residencia adecuada a su estado.
Comentario: Lo lógico es que los ancianos y
los enfermos puedan vivir allí hasta el final de sus días, el monasterio como
residencia final. Ahora bien, esta cláusula es necesaria, pues más allá de un
cierto número de oblatos enfermos la carga asistencial de los oblatos puede ser
vista como un peso que alteraría la vida normal del monasterio. Yo no lo veo así. lo mismo que en otros tiempos el
trabajo era tener rebaños o cultivar campos, ahora puede ser atender a ancianos.
Pero como esta labor puede ser vista con temor por la comunidad, esa cláusula
les ofrecerá una moderada confianza en que siempre podrán tener control de la
situación.
♣ ♣ ♣
Como se ve, en esta reforma
que propongo, una comunidad de diez monjes podría tener unos diez oblatos
viviendo dentro del monasterio. Tampoco pasaría nada si fueran el doble. Unos
serían oblatos internos (viviendo todo el
tiempo dentro) otros serían oblatos externos
(yendo solo fines de semana o en vacaciones).
Es cierto que existe el
temor de que los oblatos se conviertan en una causa de secularización de la
comunidad. Es decir, que el ambiente de ascetismo, silencio y renuncia que debe
existir en un monasterio se agüe. El peligro existe, de ahí la necesidad de una
verdadera formación de los oblatos, de que se les deje claro que uno entra para
vivir como un monje.
¿Entonces por qué no hacerse
monje? Para unos esa decisión definitiva les
aterra. Pueden vivir dentro, pueden vivir el día a día. Pero la idea de la
decisión definitiva es superior a sus fuerzas.
Otros se ven incapaces de
vivir en una castidad perfecta. La figura de
la oblación les ayudaría a vivir en castidad, puesto que vivirían en el mejor
ambiente posible; pero no les impondría una condición a lograr algo que han
intentado y no han logrado.
Pueden ser oblatos personas casadas separadas. Incluso –y esto puede
parecer increíble— se podría admitir a ateos y personas de otras religiones. Puede
haber un ortodoxo que desee vivir en un monasterio católico, incluso habiendo
monasterios ortodoxos no lejanos. Puede haber un ateo que con honestidad
reconozca que no cree en la otra vida, pero que le fascina la idea de estar en
un monasterio. Yo creo que en ese caso Jesús diría: “Aceptadlo. Especialmente a
él es al que debéis acoger, pues es al que más bien le hará estar aquí”.
En esta organización, una
gran abadía podría tener este tipo de moradores, voy a poner un ejemplo
concreto:
20
monjes
10
oblatos
5
huéspedes
7
donados
Los donados pueden ser
ancianos que quieran vivir allí sus últimos días. Son atendidos por los monjes
y oblatos. No tienen ninguna obligación y solo desean ser llevados a la iglesia
para asistir a los oficios, y vivir entre monjes.
Una abadía así estaría
llena de vida. Las aportaciones de los jubilados pasarían a ser la mayor fuente
de ingresos.
El lugar ideal de una
abadía de este tipo sería la ciudad, y mejor colocar la abadía totalmente anexa
a la catedral, ocupándose los monjes y oblatos de los oficios. Lo mejor sería
hacer el proyecto de la catedral integrando en ella la comunidad. También
pienso que este tipo de comunidad catedralicia debería tener como superior al
obispo de la diócesis. Es decir, los gastos de la creación del monasterio podrían
recaer en la diócesis, para así llegar a tener una gran abadía diocesana adonde
derivar las vocaciones a la vida monástica, pero esto solo podría ser así si el
obispo tiene plena jurisdicción sobre la comunidad. De esta manera, la vida
cultual de la catedral y la comunidad serían una perfecta armonía. De esta
manera, también los gastos y los ingresos que se puedan producir serían administrados
en concordia con la catedral en la que se integran. El monasterio sería
diocesano y la intervención episcopal sería plena.
No hace falta decir que
una catedral de este tipo lo mejor es que tuviera un monasterio masculino y
otro femenino. Unidos a la catedral, con sus dos huertos, pero con sus
clausuras totalmente independientes.
"Lo lamentable es que vivo en (…), y en ese entonces no se dieron las condiciones para poder desplazarme" Leo mucha inseguridad en esa excusa. La barrea infranqueable era el permiso del monasterio y no las fronteras geográficas. Incluso el costo del pasaje o los tramites migratorios, son perfectamente franqueables tocando las puertas correctas.
ResponderEliminarSi este mundo no se ha acabado, que solo Dios sabe cuando será, mucho tiene que ver la presencia de hombres de buena voluntad. Los monasterios son un baluarte de la cristiandad. En los silencios del cimiento, soportan la existencia del genero humano.
He aprendido algo nuevo hoy. No sabía qué significaba ser oblato. Gracias, padre.
ResponderEliminarYo tampoco sabía que ser oblato podía significar esto.
EliminarEn el seno de la Iglesia católica se denomina oblato a aquel creyente que, sin profesar los votos de una orden religiosa y sin dejar de ser laico, se ofrece a Dios y se compromete a cumplir parte de los compromisos de los religiosos de alguna orden.
EliminarEn la Edad Media el término se utilizaba también para designar a los niños que se entregaban en una comunidad monástica: en el siglo XIV tanto los benedictinos como los franciscanos recurrieron al procedimiento de aceptar niños en sus conventos en calidad de oblatos, con el propósito de formarlos dentro de su convento y en el espíritu de cada Orden.
Por otra parte, algunas órdenes religiosas han incluido este término en su denominación, a pesar de no estar integradas por laicos. Ejemplos pueden ser los Misioneros Oblatos de María Inmaculada.
Los franciscanos, antes del Concilio, iban con una campanilla por los pueblos recogiendo niños para los conventos. Muchas familias pobres que no podían alimentarlos ni darles estudios, se los entregaban a los frailes, de modo que si abandonaban la Orden, al menos lo hacían con una cultura a la que de otro modo no tendrían acceso. Después del Concilio, esta manera de "captar" vocaciones, se acabó y en España estuvieron sin novicios hasta 1972.
Eliminar¿Y cuál es la diferencia entre un 'oblato' y un 'donado'? Porque ambos son laicos, ¿no?
EliminarSegún la RAE, el donado ha entrado como sirviente en una orden o congregación religiosa, y asiste en ella con cierta especie de hábito religioso, pero sin hacer profesión.
EliminarLos del Verbo Encarnado admiten hermanos y hermanas sin límite de edad eso tengo entendido sería cosa de información rezo
ResponderEliminarHay algunos monasterios que siguen teniendo laicos oblatos. Yo conozco (por internet) a uno en Canadá que está casado y participa con los monjes del coro.
ResponderEliminarQué impactante este post. ¡Ojalá se haga realidad t-o-d-o lo que propone! Y con auténtico espíritu de Nostra Aetate (nuestro tiempo). Dios le premie por exhortar al recogimiento y caridad en comunidad de esta forma, padre Fortea.
ResponderEliminarLas ideas que se exponen en el post son buenas. Pero aquí voy, con mi negatividad, (jejeje):
ResponderEliminarEstamos hablando de convertir un monasterio en un asilo de ancianos y a los monjes en cuasi enfermeros o trabajadores sociales. Así, la actividad escencial del monje ya no sería la oración, sino el cuidado del prójimo, (que no está mal), pero se sale de los fines del monacato.
Por otro lado, admitir laicos, personas que viven en el mundo, entre monjes puede tener sus cosas buenas y sus cosas malas:
Lo bueno (lo deseable) es que el laico se impregne de toda la religiosidad de los monjes. Que los imite en todo su estilo de vida como medio de alcanzar la perfección cristiana.
Lo malo, lo que no se desea que pase, pero que puede llegar a pasar, es que sea al revés. Que haya tantos laicos (oblatos) viviendo en el monasterio que estos, al final, terminen siendo absorbidos por un estilo de vida mundano, o que terminen siendo criados de aquellos, o que sean tantos que, cómo dije antes, no puedan dedicarse a sus actividades propias de la vida monastica.
Así que tengo otra idea: en lugar de admitir a oblatos a un monasterio, mejor que haya grupos de oblatos (laicos) viviendo en comunidades, en casas, cada quien con su habitación, (cómo hacen los numerarios del Opus Seis), con la salvedad de que esa casa y sus reglas de convivencia estará regida por las de un monasterio cercano, a manera de que algunos monjes puedas desplazarse cotidianamente hasta ellos o viceversa, (cada quien en sus espacios) sin que se altere la vida de los monjes.
Es que me da la impresión de que mucha gente utilizaría a los monasterios cómo refugios para que le sostengan en la vejez y le atiendan en sus enfermedades, (porque el verdadero motivo siempre tendría que ser la búsqueda de la santidad a través del servicio a las obras de Dios).
O el peligro de que el monasterio termine siendo casi un hotel.
Entonces, creo más conveniente que vivan separados, pero con la posibilidad de que los oblatos asuman las reglas de vida del monasterio casi en todo. Y de que los monjes asistan espiritualmente a los oblatos, visitándolos estos a aquellos o viceversa. Serían algo así como unos numerarios agregados a la orden religiosa, cómo cuando los hijos son supervisados por sus padres.
ResponderEliminarY lo de la abadía diocesana al lado de la catedral o de alguna parroquia bien ubicada sería fabuloso. La espiritualidad que emana de los monasterios y de los conventos atrae a las personas, sobre todo si se trata de alguna orden religiosa conventual, como los dominicos, franciscanos o agustinos, por ejemplo.
ResponderEliminarMuy buen post Padre, enhorabuena.
ResponderEliminarDesconocido, a tí te acogerían los benedictinos de nuestro querido Monasterio de Leyre
EliminarOhhh estimada Lek cuando voy alli lloro... Desprenden santidad. Dios quiera que un disa pueda ir alli....
EliminarJu
EliminarTodavía no he leído la respuesta del Padre Fortea, pero cuando Dios llama, llama a una vocación concreta en una Orden concreta y no en cualquiera o en la que nos llame la atención, o aquella que más nos gusta.
ResponderEliminarTodas las Ordenes religiosas incluyendo las Terceras Ordenes, tienen una edad determinada para ingresar ya que como mínimo van a ser 6 años de formación, lo que llamamos Noviciado y hay una edad determinada para hacer los votos o promesas solemnes. Es verdad que Dios puede llamar en cualquier momento, pero la Orden va a ser rigurosa con la edad del aspirante.
Además está el tema de discernimiento por el cual todos los aspirantes tienen que pasar. No es lo mismo que a mí me guste la Orden Cartuja a que Dios me haya dado esa vocación, o que yo reúna las condiciones físicas, de edad, y psicológicas para la Orden de la Cartuja.
Entonces, primero esta la edad para ingresar, después el discernimiento que lo hace el aspirante y los encargados de la Formación de Postulantes, si una de las dos partes dice No, directamente te vas a tu casa. El no siempre significa no vocación para esa Orden, pudiera haberla para otra o para ninguna.
Hay que tener en cuenta que los Oblatos en todas las Ordenes no forman parte de la Orden. Pero aún así, aunque estemos hablando de Ordenes Terceras, y dejemos a parte si forman o no parte de la Orden, hay que tener en cuenta que son ordenes religiosas, y que los que están en Formación son expertos y van a detectar fácilmente si un aspirante ha sido llamado por Dios o no.
ResponderEliminarEn todas las Ordenes que tienen oblatos, porque no todas las Ordenes tienen oblatos.
EliminarGraham Greene tenía una celda reservada en el monasterio de Osera (Orense). En la última reforma del monasterio decidieron no hacer concesiones al turismo espiritual y no aparece ninguna celda marcada como la ocupada por Graham Greene. Su director espiritual era un sacerdote gallego que supongo que lo sabría todo sobre él. Dicen que tenía 31 amantes, lo que no sé es cómo hicieron para contarlas.
ResponderEliminarGood important
Eliminar"la hora de aceptar postulantes que superen los 45 años de edad".
ResponderEliminarAsí es, también puede plantearse la Tercera Orden, son religiosos, tienen el mismo carisma que la Primera y Segunda Orden, y la edad para las Terceras Ordenes es más flexible aunque también hay límite infranqueable.
si vives en Madrid, escríbeme un correo, y hablamos...
lamiradacontemplativa@gmail.com
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSi no estoy equivocada, padre Fortea, que podría estarlo, los oblatos benedictinos no pertenecen a la familia benedictina, es decir, los oblatos benedictinos no son Tercera Orden. Las Terceras Ordenes son religiosos, los oblatos creo que no son religiosos, igual que los donados...
ResponderEliminarPor lo que he entendido, el aspirante quiere pertenecer a una Orden religiosa, es decir quiere ser un religioso, entonces deberá de pedir ingreso en una Orden Tercera. Debería de buscar los carismas de las Terceras Ordenes y ver cual es el que más se ajusta a lo que busca o cual es el carisma que más le gusta, aunque creo que la forma más sencilla es que pruebe una temporada y vea si encaja o no en ese carisma.
Creo que he vivido en el arroyo por muchos años; pensé que los miembros de las "terceras órdenes" no eran religiosos, sino laicos. Es decir, personas casadas o solteras que vivían en el mundo secular. Por el contrario, las primeras y segundas órdenes eran masculinas y femeninas, respectivamente.
Eliminar*en el error
EliminarGraham Greene y el sacerdote orensano Leopoldo Durán
ResponderEliminarhttps://cdn.zendalibros.com/wp-content/uploads/escritor_y_cura_portada.jpeg
"Mientras esté dentro del monasterio la obediencia debe ser perfecta".
ResponderEliminarSi estamos hablando de religiosos, la obediencia fuera o dentro del monasterio debe de ser perfecta, el tema no es si vives dentro o fuera del monasterio, puedes vivir en el desierto del Sahara, nadie te lo va a impedir, pero la obediencia debe de ser perfecta, se ha prometido obediencia públicamente ante toda la Iglesia. Insisto, estoy hablando de religiosos.
"El monasterio admitirá como oblatos a las personas por ancianas o enfermas".
ResponderEliminarYo pienso que el problema no es tanto la carga sino el carisma, si esto se aceptara con el tiempo se podría ver afectado el carisma, sinceramente no creo que esto sea aceptado por ninguna orden, otra cosa es atender a los ancianos y enfermos de la propia orden.
Un monasterio o un convento no se puede convertir en una Residencia de ancianos. Lo siento mucho por los que quieren vivir en un monasterio o convento, pero la vida en estos lugares no es una vida fácil, por eso ponen un límite de edad, porque no es suficiente con que te guste o tengas buena voluntad, además tienes que poder.
La montaña de los religiosos es altísima, desde abajo parece que es fácil y que la sube cualquiera, pero no es verdad. Desde abajo nos parece una montaña pequeña, y sólo cuando empiezas a subirla, te das cuenta del tamaño de la montaña.
Imagínese, Padre Fortea, que un ateo quiere ir a vivir con el padre Fortea porque siente paz a su lado. Imagínese que un anciano decide lo mismo, solo que el anciano además quiere acompañarle en el rezo de las Horas. Imagínese, que además uno más quiere ser huésped del padre Fortea, pero sin molestar... un colchón hinchable en un rincón del salón... Qué bonito, padre Fortea...
ResponderEliminar"Otros se ven incapaces de vivir en una castidad perfecta"...
ResponderEliminarPues entonces es mejor que vayan a una Residencia de Ancianos de la Iglesia Católica donde van a tener misa diaria y se reza el Rosario todos los días.
Pues yo me apuntaría a pasar el resto de mis días en un monasterio porque han dicho que viene un meterorito que acabará con todo. Se llama Apofis o algo así, lo está siguiendo la NASA. Tiene nombre de dios egipicio que significa caos muncial.
ResponderEliminarPues eso, que para que Dios me pille confesada y me perdone mis (muchos) pecados, me iría a un monasterio al tiempo que refrescaría mi oxidado latín y haría amigas nuevas con las ovejas del campo.
El discernimiento para religiosos es difícil, sobre todo si es un discernimiento no guiado por la Orden, para que sea guiado por la Orden, la persona tiene que estar en situación de aspirante. Si se pasa de los 45 hay que optar por las Terceras Ordenes, las Terceras Ordenes no viven en conventos ni monasterios, viven en sus casas y tienen sus trabajos en el mundo pero son religiosos y pertenecen a instituto religioso. Tienen el carisma de la Orden a la que pertenecen, los Estatutos, y la Regla. Pobreza, obediencia, y castidad profesado públicamente. Y el camino no es fácil. Porque no es un camino, es una montaña; y no caminas, subes. Y si bajas, no bajas andando, bajas rodando. Santa Teresa de Jesús dice: "no avanzar es retroceder", y donde mejor se experimenta esto es en alta montaña que son las Ordenes.
ResponderEliminarNo se que le recomendó el padre a esa persona pero yo le diría esto:
ResponderEliminar1. Si ya descubriste que esa es la voluntad de Dios para tu vida, aplica en varios monasterios y discierne y decide a cual entrar.
2. Que no te de verguenza escribirles o contactarles para que te vuelvan a aceptar. No le tengas miedo al rechazo. Es normal.
3. Mientras entras o no a un monasterio, ¿Por que no tratas de vivir la vida monástica lo mejor que puedas AHÍ donde ya te encuentras? Obviamente considerando tus limitaciones. Pero creo que tal vez podrías hacer las oraciones propias de los monjes, (La Liturgia de las Horas) lo mejor que puedas, ir a misa, ora-et-labora, etcétera.
El post es perfecto en cuanto originalidad y desarrollo de ideas.Muy factible todas las propuestas si existe buena voluntad por todas las partes.
ResponderEliminarEn cuanto a la carta del aspirante a la vida monacal, me queda la duda de si es una sana vocación o si es por cierto grado de personalidad no muy sociable,ya que hace alusión a que le gusta la soledad y desea permanecer soltero.Tal vez,es bueno recordarle que la vida religiosa es una vida en comunidad, distinta pero comunitaria y con sus reglas
¡Qué importante esto! El factor COMUNIDAD es clave. De hecho creo que es LA clave y fundamento del cristianismo (es decir, del Evangelio, ¡y de la Eucaristía!):
Eliminar"EN ESTO conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis UNOS A OTROS" (Juan 13,35).
"Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la UNIDAD a cuantos participamos del Cuerpo y la Sangre de Cristo." (Epíclesis pneumatológica ‒invocación al Espíritu Santo‒ culminante de la Plegaria Eucarística).
"Que todos sean UNO, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno" (Juan 17,21: oración sacerdotal de Jesucristo al Padre en su discurso de despedida de la Última Cena).
"Y perseveraban en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en la fracción del pan y en las oraciones (Hechos de los Apóstoles 2,42).
Empatía
EliminarLa empatía es el sello de Dios.
EliminarAl final de cuentas el principal propósito de vivir una vida en un monasterio es el "fuga mundi", que consiste en aislarse del mundo. Aquí habría que discernir el por qué se quiere escapar del mundo.
ResponderEliminarPuedes aislarte del mundo, pero nunca del ego. El ego es como tu sombra, te sigue allí donde vayas e intenta separarte de Dios. Aun en la más absoluta oscuridad, el ego está ahí tratando de engañarte. El ego más peligroso para un creyente es el "ego espiritual", que te hace creer que eres lo que no eres.
EliminarEn España vivía a tres horas en coche de Fátima y la única vez que fui me pareció deprimente. René Laurentin, el mejor mariólogo del siglo XX, escribió sobre todas las apariciones de la Virgen, incluso sobre las menos conocidas, pero se negó a escribir nada sobre Fátima por las implicaciones políticas (Oliveira Salazar) y las manipulaciones a las que estuvieron sometidas.
EliminarOliveira Salazar utilizó las apariciones de Fátima para legitimar su dictadura (Estado Novo, 1926-1974) hermana gemela de la de Franco, aunque sin una guerra civil previa. Su régimen era llamado «el de las tres F: fado, fútbol y Fátima», aunque no sentía la menor simpatía por el fado, al que consideraba inmoral. Sin ser oblato, Salazar vivía como un monje. El fútbol tampoco le gustaba, pero sí supo utilizarlo para desviar los movimientos de masas. O sea que al final, lo único en que de verdad creía era en Fátima.
Con Franco hablaba en portugués, porque el Generalísimo apenas conocía el gallego que, además, era la base del nacionalismo correspondiente. «España antes roja que rota», dicen que dijo.
Efectivamente. Podría decirse que el ego, (entendido este como una supravaloración de nuestra persona), es lo que nos impide desprendernos de aquello que nos ata al mundo; que es obstáculo para alcanzar los tesoros del cielo.
EliminarEl principal propósito de cualquier cosa no debería ser "escapar del mundo" sino hacer la Divina Voluntad.
EliminarUna persona puede ser un ávido lector para santificarse mientras que otro puede hacer lo mismo para escapar de sus responsabilidades, es decir de las responsabilidades que Dios les da.
Hay tres tipos de monjes en los monasterios:
Los que Dios ha llamado a la vida monástica, los que se han llamado a sí mismos a dicha vida, y finalmente tenemos a los que han sido llamados por el Demonio.
La "fuga mundi" es válida cuando Dios es quien la pide. De otra forma es un mero escape o darse gusto y eso NO es el objetivo de la vida monástica. Aunque es verdad que está puede producir placer, eso que ni que. Y si lo llega a producir para quien está llamado a ella pues que lo disfrute a sus anchas con Jesús.
Qué importante es darse cuenta de esto del ego. Por eso en la oración que Jesús nos enseñó no hay ningún 'yo' sino que todo es 'nosotros' (¡la palabra más repetida de toda la oración!):
EliminarPadre nuestro
que estás en cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
y libranos del mal.
Así es, Alfonso. Dios es comunión. El ser humano también. Por eso me vine a vivir a la República Dominicana, porque en España la comunión está desapareciendo con todo lo que eso implica: relación con Dios, con la familia, con las personas… Ahora la gente ya no puede vivir sin el teléfono móvil. Están conectados, pero no hay comunión ni en las iglesias. La comunión es algo más que comer la hostia consagrada.
EliminarPosiblemente van a lloverles las solicitudes de personas mayores de 45. La generación perdida para Dios.... Tal vez haya que hacer un periodo de transicion de unos años hasta que todo pueda volver a su ser y origen. Tal vez edificios separados para oblatos durante un periodo que de salida a la vocación de los aspirantes mayores de 45.
ResponderEliminarLo mismo va a ocurrir con aspirantes mayores a sacerdotes y misioneros. La iglesia va a tener que caminar hacia los nuevos cambios que van a producirse. Que Dios nos ampare e ilumine. Nada va a volver a ser como antes. Dejemos todo en manos de Dios.
ResponderEliminarA qué se va a un monasterio o iglesia?
ResponderEliminarA encontrar a Dios y a consolarse con Su amor, como el que tiene frío se arrima a una hoguera para calentarse.
Y después, "calientes" transmitir el calor del amor de Dios a nuestro prójimo con nuestra amabilidad.
El mundo está helado de frío de egoísmo mortal, necesita de cristianos que lo calienten transmitiendo e irradiando amor divino en los diversos ambientes.
Buena idea Padre.
La Asociación Puertas Abiertas advirtió que un solo país ha encabezado casi todos los años en las últimas dos décadas su Lista Mundial de la Persecución (LMP), y lo catalogó como el “más cerrado al Evangelio”: Corea del Norte.
ResponderEliminarEn un comunicado, Puertas Abiertas señaló que Corea del Norte, que ocupa el lugar número 1 en la LMP 2023, fue el primer puesto en su lista “durante 20 años ininterrumpidos”, desde 2002 hasta 2021.
“El único año en el que no encabezó la clasificación de la LMP fue 2022, ya que la toma del poder por los talibanes en Afganistán la superó en persecución de cristianos”, explicó.
Las más leídas
1
Homilía del Papa Francisco en el Domingo de la Palabra de Dios 2023
2
Papa Francisco: Sería una maldición ser una Iglesia de “corazón estrecho”
3
Papa Francisco resalta la importancia del silencio en iglesias antes y después de la Misa
4
Hoy recordamos a la Beata Laura Vicuña, la joven que luchó por la conversión de su madre
5
Tiroteo en Monterey Park deja al menos 10 muertos: Arzobispo de Los Ángeles reza por víctimas
Sin embargo, la edición de 2023 del listado revela que las agresiones contra los cristianos en Corea del Norte no han disminuido, sino que han alcanzado su punto más alto en los 30 años que ha registrado Puertas Abiertas.
“Los creyentes no tienen espacio en la sociedad, no pueden reunirse con otros cristianos para celebrar servicios, ni en público ni en privado, y cuando alguien se aventura a formar una iglesia en casas, no tienen libertad. En resumen, viven bajo constante amenaza de castigo”, denuncia la asociación en un correo electrónico.
Puertas Abiertas denunció que la legislación norcoreana “considera un delito grave poseer la Biblia”, por lo que las autoridades “se llevan presos a los cristianos que sean sorprendidos con Biblias y otras literaturas cristianas, impresas o en dispositivos electrónicos”.
Alucinante, una apertura así, es toda una revolución. Será qué clasificaría yo en una propuesta así, ahora mismo pienso en una amiga mía anciana que vive su monacato, pero sin mayores posibilidades, esta protesta es realmente humana.
ResponderEliminarThanks for sharing
ResponderEliminarBandhan Bank ATM Pin Kaise Banaye