He leído los comentarios
de ayer. Respeto la libertad de expresión incluso en los comentarios, siempre
que lo hagáis de un modo respetuoso, sin ofender a nadie. Mi postura ya ha
quedado expuesta y la de los comentaristas también. Voy a seguir adelante y a clarificar
algo.
En el pasado ya expresé
mi postura de que, desde un punto de vista estrictamente jurídico, existe un
derecho a la autodeterminación, pero no un derecho a la secesión. Sobre eso no
añadiré más, ya lo expuse con detalle y con muchos posts.
Ahora bien, si una constitución incluyera el derecho a la
independencia de un territorio, yo lo acataría. Dígase lo mismo para el
caso de España: si se va de la ley a la ley, yo lo acataría.
Una
cosa es el ideal que marca el
Derecho Constitucional, ideal que es opinable.
Y
otra cosa es la realidad de la ley,
que es imperativa.
Si de un modo legal, un
territorio de España se independizara, yo lo acataría sin estar refunfuñando. Aceptaría
la legalidad en paz y les desearía el mejor de los futuros, y visitaría ese Estado
independiente sin disgusto.
Lo que no
es posible en el Derecho Penal es el choque de trenes entre instituciones. Esa situación
gravísima para la paz social debe ser resuelta a la mayor brevedad con la
fuerza de la justicia. Si Cataluña fuera un Estado independiente y un
territorio menor quisiera independizarse, les aconsejaría a las
autoridades catalanas que actuaran con la contundencia de la ley.
En todo esto, no veáis en
mí una mentalidad acomodaticia, no pensáis que lo hago por debilidad, por
contemporizar. El Derecho debe ser expresión de la racionalidad, debe basarse
en la lógica.
♣ ♣ ♣
El clero tiene que dar
buen ejemplo de no inmiscuirse en la política; es decir, en las opciones
lícitas, opinables, que deben ser dejadas en manos de los laicos. Ahora bien,
hacer reflexiones teóricas sobre el
Derecho Constitucional, cuando este tiene consecuencias tan directas en el campo de lo moral, sí que es
adecuado para los pensadores cristianos: clérigos o no. La relación entre
Derecho Constitucional y moral es evidente. Cuando los antidisturbios dispersan
a golpes una manifestación, hay que tener claro si la justicia está de un lado
o de otro: porque unos dan mamporros y otros los reciben.
Un cura no puede decir: “Hacen
bien unos en golpear y los otros en recibir los golpes”.