lunes, mayo 22, 2023

Unas palabras más sobre un post anterior.

 

Hace unos días hablaba de los presos y la política. La lógica jurídica de la que hablé el otro día impone que alguien que está en prisión solo está obligado a residir en la prisión y a someterse al régimen de la prisión. Eso es todo. Por lo demás, sigue en posesión de todos sus derechos. Una vez que sale de la prisión vuelve a recuperar los pocos derechos que se vieron afectados por la sentencia de prisión.

Noruega es un perfecto ejemplo de lo que debería ser un sistema penal ideal. La reinserción del delincuente no debe llevarse a cabo bajo el criterio de la venganza. Los legisladores de casi todos los países (es decir, los políticos) siempre están muy inclinados a subirse a caballo de la opinión pública y hacer que las leyes se conviertan en expresión de esa demanda popular.

La ley como expresión de la razón (reinsertemos al que delinquió) o la ley como expresión de la voluntad popular (hagamos sufrir más al delincuente); la razón frente a la venganza.

Una segunda cosa quisiera decir respecto al tema tratado en post anteriores. No sabéis lo peligroso que es que los políticos comiencen a decidir quién se puede presentar como candidato y quién no. El congreso está compuesto por los representantes de los ciudadanos. El congreso no es un club de buenas costumbres ni una cofradía de la santa decencia. El indecente y el bocazas tienen pleno derecho a sentarse en el congreso.

Post Data: Si me dejara llevar de la voluntad popular, solo pondría fotos de cementerios.