En la foto se me ve
leyendo una de mis primeras obras a mi abuelo. Ahora que veo esta foto, me doy cuenta de que mi abuelito tiene cara de ya no poder aguantarme más. La foto es de justo antes que me dijera: Déjame en paz un rato.
--Esta no te ha gustado,
pero tengo treinta más.
--¡No, por piedad, no!