jueves, julio 23, 2020

Correspondencia del día



He recibido una carta que voy a responder hoy aquí. La parte azul es la mía. La carta que he recibido está abreviada.

Estimado Padre Fortea.
Ante todo reciba un cordial saludo de este laico venezolano (...). Mi nombre es X. Tengo X años, soy X. Católico y misionero.
Durante los dos últimos años de mi vida he dedicado especial atención a su obra, deteniéndome por largas horas en su libro Summa Daemoniaca , el cual ha sido de mucho provecho espiritual para mí (...).

Te recomiendo la lectura de la segunda parte Las corrientes que riegan los cielos. Y de su tercera parte Las leyes del infierno.

Una de mis preguntas es (...), gracias a las sagradas escrituras sabemos que nuestro Señor Jesucristo ascendió al cielo (...) ¿Qué lugar ocupa en la realidad inmaterial de la divinidad el cuerpo mortal de nuestro Señor Jesucristo?

Las dos naturalezas están unidas, no mezcladas. Nada se le puede añadir a la Naturaleza Divina. El único punto de unión solo puede ser la Persona. En la Persona del Logos, se unen lo divino y lo humano. La unión es en la persona.

Así mismo me surge la misma duda con respecto a la Asunción de María santísima.

No sé exactamente a qué te refieres: ella tiene cuerpo y alma. María solo fue divinizada por la gracia. Participa solo de forma limitada de esa Naturaleza Divina, participa como criatura, solo por la gracia.

Sin más a qué hacer referencia por ahora, le agradezco entrañablemente el aporte que ha hecho a la iglesia desde su ministerio. Lo abrazo con un profundo amor fraternal en Cristo Jesús.

Qué bonito, pensar que he aportado algo a la Iglesia. Voy a pensar que sí. Al menos, para darme ánimos y seguir trabajando. Porque, entiendo a santo Tomás de Aquino no ya queriendo quemar sus obras, pero sí con una conciencia muy grande de la vanidad que es todo.