La pintura es una reconstrucción
de cómo podría ser la Basílica de san Pedro del Vaticano alrededor del 1450.
Ayer hablaba de la residencia papal veraniega, la voy a llamar Hortus Clausus.
Esa residencia sería una excusa perfecta para erigir una reconstrucción lo más
exacta posible de cómo podía haber sido la primitiva basílica vaticana medieval.
No se debe pensar que levantar ese templo costaría una fortuna. En su estructura,
era extremadamente simple, a pesar de ser un templo muy extenso con cinco naves.
La basílica podría
visitarse hasta la mitad con fines turísticos solo en unos horarios muy
estrictos y bajo ciertas condiciones. En este lugar se debe preservar el
silencio y el ambiente de oración. El edificio-muro adyacente podría crecer
hasta ser un gran centro de retiros espirituales.
En el templo, habría una tiara
papal y todas sus vestiduras litúrgicas y eclesiásticas desplegadas sobre mesas
amplias. Digamos que esos elementos de la sacristía estarían expuestos. También
unas llaves de plata de dos palmos de longitud y una réplica del Anillo del
Pescador.
Cuando el papa estuviera
presente en la residencia, la tiara, las llaves y el anillo se colocarían sobre
una mesa en la mitad del pasillo central, como símbolo de su presencia.
En los muros internos de
la basílica, habría un retrato de cada papa de la historia. No una réplica de los
medallones de San Pablo Extramuros, sino algo que los dibujase con sus
vestiduras reales históricas y que cada pintura fuese una verdadera obra de
arte. Se podría pedir la colaboración de todos los artistas católicos del
mundo. Pudiéndose quedar ellos la obra original y disponiendo a la vista una reproducción
exacta, barnizada y enmarcada en el conjunto.
Todas las pinturas y estatuas deberían ser reproducciones
para así desentenderse de la seguridad. Si alguna es dañada, siempre se podrá
recurrir a la estatua original o a la pintura original para reemplazar la pieza
vandalizada.
Esta basílica tendrá una cripta que se irá llenando con
sepulcros sin prisa. Su decoración vendrá cuando se haya acabado la de la parte
superior. Allí podrían descansar representantes de todos los grupos que forman
la iglesia: familias, religiosas, sacerdotes, monjes, eremitas, laicos
consagrados en el mundo. Se los podría disponer por grupos.
Se formaría un cabildo que se encargara del culto en esa
basílica. E incluso se favorecería la creación de, al menos, un pequeño grupo
de laicos que vivieran de un modo monacal en ese lugar, bajo la autoridad del
cabildo.
Dado que se trata de una residencia papal, la autoridad del deán
vendría dada por un nombramiento vaticano. Incluso, con los diez pueblos más
cercanos, se podría crear una pequeña diócesis cuyo obispo residiese en las dependencias
de esa basílica.
Post Data I: ¿Créeis que el Partido Comunista estaría a favor de dar algo de dinero para un proyecto así? Se les podría decir que es para reactivar el trabajo enviando allí a algunos constructores y artesanos ahora en el paro.
Post Data II: Este es el típico proyecto que entusiasmaría a cualquier arquitecto: ¡una residencia papal! Y, creedme, lo que entusiasma a un arquitecto entusiarmárá a la gente.
Post Data I: ¿Créeis que el Partido Comunista estaría a favor de dar algo de dinero para un proyecto así? Se les podría decir que es para reactivar el trabajo enviando allí a algunos constructores y artesanos ahora en el paro.
Post Data II: Este es el típico proyecto que entusiasmaría a cualquier arquitecto: ¡una residencia papal! Y, creedme, lo que entusiasma a un arquitecto entusiarmárá a la gente.