En honor a Lucía, aunque
sea solo un pequeño detalle, voy a poner algunos apuntes médicos que he sacado
de mis lecturas para mi novela de san Pablo.
Se basaban mucho en la
teoría de los humores. La sangre producía entusiasmo. La bilis amarilla llevaba
a la ira. La bilis negra a la melancolía. Y la flema a la apatía. Los cuatro
humores se relacionaban con las cuatro estaciones: sangre-primavera, “bilis
amarilla”-verano, “bilis negra”-otoño, flema-invierno. Comentario
mío: Con todas estas teorías era mejor caer en mis manos como médico que en las
de ellos.
Como anestésico se usaba opio
o jugo de amapola que como decía Galeno de esta: Entumece los sentidos e
induce a un sueño insensible. Pero él advertía que si uno administraba más
cantidad de la adecuada, el cuerpo se enfría y el paciente muere. Comentario mío: Sí, como les digo a los médicos jóvenes: En
general, que el paciente deje de respirar es muy mal síntoma.
Otra planta que era muy
usada como anestésico era el iosjíamos, que en español se conoce como abeleño.
Era otra planta anestésica. Venenosa en cantidades grandes, pero en su medida justa
se usaba para los problemas de huesos, reumatismo, dolor de dientes, toses y
dolor de estómago. Comentario mío: Aunque suene a
broma, los de mi generación, en nuestra niñez, conocimos el “agua del Carmen”
que se usaba un poco para todo.
Los médicos romanos
hacían mucho uso de la arcilla. La cortaban en tabletas y le ponían un sello,
terra
sigillata. Traían barros famosos de Kimolos (una isla de las Cícladas),
de Quíos, de Samos y de Selinunte. Aunque el más famoso era barro rojo y suave
de Lemnos. Comentario: El barro debe ser bueno,
porque veo a las mujeres sumergiéndose en bañeras de barro en pleno siglo XXI.
Como era de esperar, también
usaban jarabes con áloe o cambronera (que es antitusiva), ungüentos para los
ojos, remedios con azafrán, y compuestos más complicados como la triaca
que llegaba a tener cuarenta y siete plantas medicinales. Algunos le añadían un
poco de veneno de víbora. Comentario: Ni el veneno
de víbora ni beber unos sorbitos de lejía protegen contra la COVID.
Que interesante, cuándo podremos leer esto a detalle.
ResponderEliminarSaludos
Jajaja! Yo creo que lo mejor que se puede hacer es confesarse y comulgar si aún tiene posibilidades, o consagrarse a la oración desde el encierro!
ResponderEliminarsera pues que dentro de todas estas cosas no esta la medicina para el COVID.
ResponderEliminarTiene razón, H. Alejandra.
EliminarQuizás unas friega con ortigas sea una buena opción, je, je..
P.Fortea, la teoría de los cuatro humores y su equilibrio viene ya desde Hipócrátes, el médico griego.
ResponderEliminarMuy interesante los anestésicos del jogo de amapola y el abeleño(que a nadie se le ocurra probar).
Sobre la arcilla, hoy día también se utiliza mucho en balnearios para enfermedades reumáticas.
Un abrazo, muy interesante
Muy buenos días, Padre Fortea, muy interesante.
ResponderEliminarY que decir de los cataplasmas de azufre y hierbas, aplicadas en las plantas de los pies, para bajar la fiebre.
Sería que con mucha fe, sabiduría y amor, me las ponía mi madre, pero a mi parecía que era el mismo alivio venido del cielo.
Y curarme las anginas(inflamación de las amígdalas), con tomates verdes y bicarbonato por dentro, ah y sin faltar una buena cataplasma de hierbas por fuera. Desde ya, me sería curada, siempre con las oraciones y la señal de la cruz.
Y para el dolor de muela, unos ajos machacados en la encía.
Bendito Dios, que ha puesto en su creación tantos remedios, y bendita mi madre en paz descanse y que en gloria esté.
María Merced Micaéla Barajas Vargas + 1918-2018
* sentía.
ResponderEliminarY las sanguijuelas para bajar la presión, no se olvide...
ResponderEliminarPadre Fortea: Ni el veneno de víbora ni beber unos sorbitos de lejía protegen contra la COVID.
ResponderEliminarJJ: Un vaso de lejía en ayunas y se acabó el COVID-19. La lejía es el peor enemigo de virus y bacterias.
Los nitratos funcionan contra el covid-19. Con las personas, ni trato.
ResponderEliminar( Chiste tonto )
🤗😊
EliminarGracias,Marial
EliminarQue hermoso Sagrario, Padre Fortea.
ResponderEliminarAsí imagino, una de las capillas del Templo de la Pasión de Cristo Jesús.
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:2497SaluzzoSGiovanniInside.jpg#/media/File:2497SaluzzoSGiovanniInside.jpg
Bueno, ya dije que ese templo me lo imaginaba en la línea de la Lonja de Zaragoza. Menos alto y el doble de extenso contando los muros-edificio. Pero gracias por dame tu aportación.
EliminarEl aceite de coco sí que sirve contra el covid. Debido al ácido laúrico que contiene. Sol y una dieta baja en hidratos (la insulina baja las defensas) es interesante también...
ResponderEliminarHoy solo tengo dos palabras para ¨El Amor de Los Amores¨:
ResponderEliminar*¡MIL GRACIASS!*.
Eternamente agradecida con Dios y con los que Dios ha Cruzado en mi camino en esta aventura maravillosa llamada VIDA, MI VIDA.
Q Dios Les Bendiga y Les Proteja hoy y Siempre.
*Buen amanecer y feliz noche*.
GRACIAS.
ResponderEliminarBuenas noches.
abramos el sagrario
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